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Entre 1977 y 1985, Stephen Geddes no solo fue parte de la historia del juguete… la esculpió con sus propias manos. Como escultor interno de Kenner durante el auge de Star Wars, Geddes fue responsable de dar forma a muchas de las figuras vintage más icónicas que marcaron a generaciones de fans. Su legado incluye piezas inolvidables como el Ben Kenobi de 12 pulgadas, el monstruo de basura Dianoga, el playset de Dagobah, el Taun-Taun (Close y Open), el Rancor, el Dewback, el Yoda hand puppet, y varios personajes: Walrus Man, Death Star Droid, Luke (Hoth), Rebel Commander, AT-AT Commander, Han Solo (Bespin), Lando (Bespin), Bespin Guard (Black), Luke (Jedi), Bib Fortuna, Chief Chirpa, Anakin Skywalker, Han Solo (Carbonite) e Imperial Dignitary.
Geddes se unió a Kenner en el momento exacto en que la compañía obtenía los derechos para fabricar juguetes basados en la saga galáctica. Su primer desafío fue crear al aterrador Dianoga del compactador de basura de la Estrella de la Muerte. Y a partir de ahí, su talento se expandió por toda la galaxia. Trabajó esculpiendo figuras, creando moldes y prototipos para la línea original de Star Wars, además de contribuir en otras franquicias legendarias como Indiana Jones, Strawberry Shortcake, Ositos Cariñositos y Alien.
Tras dejar Kenner en 1985, su talento continuó dejando huella en compañías como LJN (ThunderCats), AmToy (Mad Balls) y Hasbro (G.I. Joe, Indiana Jones). En 1995 se unió a Warner Brothers Toy Company, que luego se transformaría en la independiente N2, donde desarrolló líneas coleccionables como Starting Lineup, Space Jam, Frazetta Figurines y Looney Tunes.
Originario de Wisconsin, Geddes estudió Educación Artística y luego obtuvo un MFA en Escultura. Su pasión por el arte lo llevó a enseñar, pero también a inspirar a nuevas generaciones desde su taller en Nueva Jersey, donde aún hoy continúa esculpiendo figuras para los soñadores del mañana.
Stephen Geddes es mucho más que un escultor: es un arquitecto del imaginario infantil de los años 80. Y su obra vive en cada figura vintage que sigue haciendo soñar a coleccionistas de todo el mundo.
Aunque apareció brevemente en Star Wars: Una Nueva Esperanza, el Patrol Dewback de Kenner, lanzado originalmente en 1978, se ganó un lugar destacado en la historia del coleccionismo vintage. ¿La razón? Su presencia constante en material promocional de la época, como las clásicas trading cards y catálogos, lo convirtió en una figura inolvidable para quienes crecieron con la trilogía original.
El juguete incluía una ingeniosa función que permitía insertar una figura de acción a través de una escotilla en el lomo de la figura, simulando que iba montada; una acción mecánica que movía la cola cuando se giraba la cabeza; y una silla de montar con riendas de goma. Con los años, estos accesorios se han vuelto muy difíciles de encontrar en buen estado. Si estás buscando uno para tu colección, asegúrate de que la silla y las riendas estén intactas y sin reparaciones evidentes con pegamento.
En 1984, Kenner lo reeditó dentro de su Collector Series, con algunos cambios menores en el empaque, como una estrella roja destacada en la caja. Aunque nunca salió en una caja de The Empire Strikes Back en EE. UU., sí existió una versión canadiense que, en algunas ocasiones, incluso incluía una figura de stormtrooper.
El Dewback es uno de esos casos donde un diseño atractivo, más que el tiempo en pantalla, le dio la inmortalidad. Hoy, sigue siendo una pieza muy valorada por coleccionistas del Kennerverse de todo el mundo.
Lanzado en 1980 como parte de la línea de El Imperio Contraataca de Kenner, el Tauntaun se transformó rápidamente en una de las criaturas más queridas del universo Star Wars. Esta figura venía equipada con una montura, riendas y la mis escotilla diseñada para el Dewback que permitía insertar una figura de acción y simular que iba montada.
Con el paso del tiempo, tanto la montura como las riendas se han vuelto difíciles de encontrar en buen estado. Muchos ejemplares presentan reparaciones o faltantes, por lo que los coleccionistas deben prestar especial atención a estos detalles al adquirir uno.
La primera versión de 1980 es conocida como el “Solid Belly”, con el vientre cerrado. En 1982, se lanzó una segunda edición que introdujo una función inolvidable: el “Open Belly”, que permitía recrear la escena en que Han Solo rescata a Luke Skywalker en el gélido Hoth, introduciéndolo en el vientre del Tauntaun para mantenerlo caliente.
Ambos Tauntaun tiene la gracia de contar con la firma del escultor Geddes en su cola, de manera muy sutil, pero que si te fijas bien y sabes donde buscar, la encontrarás.
Lanzado en 1981 como parte de la línea de El Imperio Contraataca de Kenner, el Dagobah Action Playset nos transportaba al misterioso y pantanoso planeta donde Luke Skywalker entrenó con el maestro Yoda. Este set no sólo recreaba el hogar del Jedi más sabio, sino que además incluía funciones interactivas que despertaban la imaginación de cualquier niño… y aún hoy fascinan a los coleccionistas.
La característica estrella era la función de “levitación”, que permitía simular cómo Luke elevaba a R2-D2 y otros objetos usando la Fuerza. Gracias a una base con filamentos ocultos, los pequeños podían levantar un cilindro, dos cofres plateados y al propio R2-D2. Una verdadera joya de ingeniería juguetera para su época.
El playset de Dagobah no es sólo una representación magistral del hogar de Yoda… es una pieza profundamente personal. Stephen Geddes esculpió en las intrincadas enredaderas de la cabaña los nombres de su esposa e hija, ocultando entre raíces y lodo un homenaje íntimo que convierte a esta figura en una verdadera obra de arte con alma.
Entre 1981 y 1982, Kenner lanzó varias versiones de caja. La primera mostraba el logo de ESB en blanco y negro, que luego fue reemplazado por uno rojo, junto con ligeros ajustes en las ilustraciones. En 1982, se incorporó un “Jedi Training Backpack” como regalo promocional del Survival Kit. Las primeras cajas llevaban stickers anunciando el obsequio; las posteriores mostraban una foto de Luke con la mochila y una gráfica destacando el bonus junto a un R2-D2 actualizado.
Aunque hoy es común encontrar el playset suelto, muchos ejemplares carecen de partes clave como los cofres plateados, los mecanismos de levitación o la espuma que simulaba el lodo pantanoso de Dagobah, la cual con el tiempo se desintegra fácilmente.
Lanzado en 1984 como parte de la línea de juguetes de El Retorno del Jedi, el Rancor de Kenner se convirtió de inmediato en una de las figuras más impactantes de la colección vintage de Star Wars. No sólo es la figura más grande de toda la línea clásica, sino que también destaca por su impresionante parecido con la marioneta original usada en la película.
El Rancor cuenta con mandíbula móvil activada por una palanca, muñecas giratorias, brazos y piernas articuladas, lo que lo convierte en una figura con gran presencia y jugabilidad.
Aunque no es extremadamente difícil de encontrar hoy en día, siempre ha sido una de las piezas más deseadas por coleccionistas. Su popularidad llevó a Hasbro, a fines de los 90, a lanzar una nueva versión más moderna con algunos cambios destacables, como una piel más blanda y detallada.
Más allá del juguete, los Rancors en el universo Star Wars son criaturas semi-sintientes, originarias de Dathomir, pero también presentes en mundos como Felucia, Tatooine y Koboh. A pesar de su fama de bestias brutales, eran capaces de formar lazos afectivos con sus entrenadores. En las producciones audiovisuales se puede ver esto en la serie The Book of Boba Fett, donde el querido Boba Fett ocupa una de esta bestias como su aliado en combate.